Los reyes, aquellos reyes
oidos, pintados, de mi niñez.
de tierras lejanas
seguidores de estrellas.
cargados de regalos
para un desvalido recin nacido,
nacido sentenciado,
me allegan el mejor presente,
el mas inesperado por deseado.
Sales indemne de múltiples adversidades
y tomas con brío tus mejores artes
y aún has sacado tiempo para desear
a tantos y a mí felicidades,
dejándome una vez más desconcertado.
tu corazón tan grande.